Todas las personas, en algún momento u otro, han sufrido
alguna vez el sentido del ridículo. Existen personas que apenas tienen sentido
del ridículo mientras otras lo viven de una forma exagerada,
generando serios problemas en su vida.
Esto suele estar relacionado con una personalidad insegura, una gran timidez, un enorme deseo de gustar
a los demás y una exagerada importancia a las opiniones y
valoraciones de las demás personas.
También suele estar asociado con personas cuyas relaciones sociales han sido muy escasas.
En definitiva, se trata de
un problema de confianza en uno mismo.
Un excesivo sentido del ridículo genera ansiedad y temor, pudiendo ser el origen de una fobia
social. Estas personas tienden a huir de situaciones que les puedan hacer
quedar en ridículo, para protegerse de la angustia que experimenta cuando
tienen que enfrentarse a ellas.
Como superarlo:
- Aumentar la autoestima: Debemos
examinar nuestras cualidades y contraponerlas a las razones que nos hacen
sentir miedo ante situaciones sociales. De este modo, podremos ver que nuestros
temores no están fundamentados.
- Aprender técnicas de relajación: Nos
ayudarán a rebajar la ansiedad y a sufrir menos en estas situaciones.
- Pensar que es algo que les ocurre a todas las personas,
independientemente de su inteligencia o sus habilidades sociales por eso debemos
desdramatizar y mirar ese momento con sentido del humor.
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